Por Isael Pérez Olivier
El Consejo de la Judicatura del Estado de Tlaxcala, máximo órgano de control disciplinario del actuar de Jueces y personal del Poder Judicial, durante el periodo del 1 de enero al 31 de marzo de 2024, no investigó, no substanció procedimientos administrativos ni muchísimo menos sancionó a funcionarios o empleados del Tribunal Superior de Justicia por el mal desempeño de la labor jurisdiccional y operativa en sus respectivos juzgados, de acuerdo con el primer informe trimestral del año; lo que me hace pensar, o qué prácticamente es infalible el sistema de impartición de justicia en nuestra entidad y un modelo a seguir a nivel nacional o qué la Magistrada presidenta Anel Bañuelos Meneses, no es parte de la solución por ser parte del problema de corrupción e influyentismo que opera bajo el imperio de “La Ley de Herodes”. Ajá, aquella cuya máxima es: “o te chingas o te jodes” y con la que se enfrentan todos los Abogados y justiciables de manera cotidiana, a menos, claro, que tengan conocidos en el aparato de justicia o recursos económicos suficientes para entregar alguna gratificación que impulse el proceso, porque de lo contrario, se tendrán que formar en la larga fila de espera y aguantar los criterios en el veredicto de Su Señoría, y si este le lesiona algún derecho, bueno, pues siempre tendrán la posibilidad de presentar algún recurso o por qué no, hasta promover algún amparo. Y así, por los siglos de los siglos.