Por Cristian Flores
En un reciente escándalo de corrupción, se ha filtrado una factura que revela la adquisición de calentadores solares por parte del Ayuntamiento de Apetatitlán, encabezado por Ángelo Gutiérrez. Según la información, el monto de la compra asciende a 939 mil 431.54 pesos, abarcando calentadores solares de 10, 12 y 15 tubos.
Esta compra, aparentemente destinada a beneficiar a la población, es vista por muchos como una estrategia del alcalde para asegurar votos a favor de su candidato, Iván Teomitzi Solís, en las próximas elecciones. Las acusaciones indican que Gutiérrez busca protegerse de posibles investigaciones por desfalco millonario y evitar ir a prisión por corrupción, asegurando que Teomitzi, de ganar, le otorgue impunidad.
El caso ha generado una ola de indignación entre los habitantes de Apetatitlán, quienes exigen transparencia y rendición de cuentas por parte de sus autoridades. La oposición ha solicitado una investigación a fondo para esclarecer el origen y propósito de estos recursos públicos.
A medida que se desarrolla este escándalo, queda en el aire la pregunta de si la compra de los calentadores solares fue realmente un acto de buena fe para apoyar a los apetatitlenses o una maniobra política para encubrir actos de corrupción.
En un reciente escándalo de corrupción, se ha filtrado una factura que revela la adquisición de calentadores solares por parte del Ayuntamiento de Apetatitlán, encabezado por Ángelo Gutiérrez. Según la información, el monto de la compra asciende a 939 mil 431.54 pesos, abarcando calentadores solares de 10, 12 y 15 tubos.
Esta compra, aparentemente destinada a beneficiar a la población, es vista por muchos como una estrategia del alcalde para asegurar votos a favor de su candidato, Iván Teomitzi Solís, en las próximas elecciones. Las acusaciones indican que Gutiérrez busca protegerse de posibles investigaciones por desfalco millonario y evitar ir a prisión por corrupción, asegurando que Teomitzi, de ganar, le otorgue impunidad.
El caso ha generado una ola de indignación entre los habitantes de Apetatitlán, quienes exigen transparencia y rendición de cuentas por parte de sus autoridades. La oposición ha solicitado una investigación a fondo para esclarecer el origen y propósito de estos recursos públicos.
A medida que se desarrolla este escándalo, queda en el aire la pregunta de si la compra de los calentadores solares fue realmente un acto de buena fe para apoyar a los apetatitlenses o una maniobra política para encubrir actos de corrupción.
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