La administración de Lorena Cuéllar Cisneros cruzó la línea de fuego del Día Internacional de la Mujer y se enfila a la elección del 2 de junio en medio de una vorágine de reclamos por la nula respuesta a sus demandas.
Esta vez no fue necesario la confrontación cuerpo a cuerpo entre granaderos y las manifestantes, ni tampoco se vació el almacén del gas lacrimógeno de la Secretaría de Seguridad Ciudadana para apaciguar los ánimos de los contingentes y solo se registraron daños materiales en monumentos y edificios públicos.
Aunque lo más destacado del evento fue el mensaje que se envió: “ni un voto más para Morena”, derivado del hartazgo a un gobierno que no ha sabido escuchar y muchísimo menos representar a las mujeres que expresaron su dolor por los feminicidios que no se han logrado esclarecer, las desapariciones forzadas, el hostigamiento y acoso sexual y todo tipo de violencia del que son y han sido víctimas, incluida la violencia institucional que ejerce el propio gobierno del estado en contra de la población.
Tags
Opinión