Por Isael Pérez Olivier.
Si algo puede salir mal, saldrá mal, dice la Ley de Murphy. No tengo pruebas, pero tampoco dudas y creo firmemente, que, si el actual gobierno no es el más represor, inepto y corrupto de la historia reciente de Tlaxcala, muy pronto lo será. Y antes de que les reviente el hígado a los puristas de la 4T, porque me atreví externar mí opinión, permítanme compartirles los resultados de la encuesta de “México Elige” del mes de agosto, en la que Lorena Cuéllar Cisneros ocupa el lugar número 28 en el ranking nacional de 31 Gobernadores y el jefe de Gobierno de la CDMX. Sí, damas, caballeros y personas de los géneros no binarios, la mandataria estatal cayó estrepitosamente 9 sitios en la aprobación ciudadana y en plena antesala de su festejo por su segundo año de gobierno, en el que se dejarán de escuchar los vítores por las mentadas de madre, ganadas a pulso. Y antes de que salga la parte oficial a tratar de desestimar los resultados de esa encuesta con otra de Roy Campos o de cualquier otra empresa dedicada a los estudios demoscópicos, sólo diré que los 7.7 puntos porcentuales perdidos en un mes, no son cualquier cosa y deberían encender los focos rojos en el Palacio de Gobierno, pues esa caída no refleja sólo mí percepción personal sino el hartazgo ciudadano por las pésimas decisiones de Lorena Cuéllar y compañía. Y lo aclaro de una vez, para que no intenten aplicar la clásica de “maten al mensajero”.
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