LA PLUMA POR LA ESPADA
Por: Mario Alberto Macías Palma
Desprovista del halo de Poder que da la investidura de gobernadora, cristalizado en los recursos materiales y humanos sobre todo a sus disposición, viví la experiencia de ver por un rato a una mujer adulta, a la madre que recuerda que cocía, bordaba o tejía para sus hijas, la señora que intercambia recetas de cocina tradicional, de una trabajadora que acepta darse un respiro en su agitada jornada laboral.
Lorena, desprovista también de la estirpe Cuellar y Cisneros, se permitió platicar con otras mujeres de pueblo; ella, mujer de ciudad, tornó su modo de hablar a uno más popular, pero natural no fingido, no necesitaba la pose, solo la acompañábamos cuatro reporteras y reporteros que también nos dabamos un descanso.
La humildad de la mesa y del tejado en el jardín de la última casa de la calle 12 oriente de Ixtenco, contrastaba con el gran corazón y sincera amabilidad de las anfitrionas, ni se diga con el delicioso banquete con guajolote como plato fuerte, el cual pidió Lorena se convidara a los estoicos “guaruras” (así dijeron las cocineras) porque después de este “relax” se iban a la Ciudad de México “a cenar con el presidente”.
Simplemente una mujer, tlaxcalteca, partiendo tortilla y pidieron solo medio vaso de coca (cola) una señora agradeciendo la sombrita y el paisaje extendido hasta el Cofre de Perote, Lorena en sintonía con el diputado anfitrión Miguel Ángel, invitaban afanosamente al personal que la acompaña a acercase a la mesa, a pesar de que al principio de la tertulia una de sus principales colaboradoras regresó a fotógrafo y camarógrafos oficiales a la oficina e impidió veladamente el convite con el presidente municipal Renato.
Todo esto se trae a cuenta porque fue un momento que es difícil de presenciar por periodistas, aunque a el político se reúne con gente de medios incluso con quien ha fincado relación personal o amistad, pero en se da en otro contexto, porque es difícil para la persona de la vida publica dejar de lado la investidura, la importancia del cargo, la fortuna, la belleza o el apellido.
Le cuesta tanto al político de alto rango gozar de la sencillez de la vida, en este caso la gobernadora de Tlaxcala, que despojarse una hora en medio de su intensa jornada laboral, llama la atención y merece testimoniar, y sin pretensiones, recordarle la humanidad, no la filantrópica, si no la del “SER” humana.
Con la herencia política, con el estrato social, con la responsabilidad social, tal vez ha estado lejano el momento en que la gobernadora ha podido ser: simplemente Lorena.
SESA: ENTRE SINDICATO AMIGO Y UN SECRETARIO ENEMIGO O VICEVERSA
La base del sindicato de la Secretaría de Salud (SESA) de Tlaxcala parecía estar harta de la dirigente sindical, quien parecía eternizarse sin remedio contra la voluntad de los trabajadores, por lo que pactaron de facto el apoyo electoral a la que parecía acabaría con el imperio de la líderesa sindical.
Al triunfo como gobernadora, Lorena Cuellar Cisneros con un partido distinto al que cobijó a Blanca Águila Lima, lo lógico era unir fuerzas del Poder Ejecutivo con la mayoría de sindicalizados y cambiar de dirigente de la Sección 29 de SESA, pero algo falló en la estrategia, y ahora la base ha regresado su lealtad a su lideresa.
La instrucción de “poner orden” que le dieron al secretario Rigoberto Zamudio Meneses fue mal entendida porque, junto con el equipo de colaboradores que le asignaron, actuaron como capataces generando el rechazo al nuevo orden y empujando a los trabajadores al seno de Águila Lima.
A su vez, la lideresa y también diputada, asegura que tiene voluntad para acordar con la gobernadora una ruta de conciliación y trabajo; que es la base quien la elegido en repetidas ocasiones al frente del Sindicato; que no tiene ningún negocio al amparo de su liderazgo; que ha protestado contra las decisiones de los anteriores gobernadores aunque fueran sus correligionarios de partido político.
Tras las protestas masivas y evidenciado el secretario de salud gritándole a los trabajadores, que tampoco muestran prudencia de los empleados al plantear sus demandas, la gobernadora Lorena Cuellar optó por constatar sus quejas y acudió al Hospital de Tzompantepec, donde no sólo los trabajadores demandan equipo médico de calidad, sino los familiares de pacientes demandaron medicamentos suficientes.
En tanto la mandataria ya tiene un mejor testimonio para dar soluciones, ya por inexperiencia y/o el cinismo de su gabinete, le mienten para conservar la chamba, aunque eso no justifica que pudiera “dejarse” engañar, pues hay que recordar que en el fondo de todo está el compromiso con el presidente AMLO de concretar el IMSS-Bienestar que incluye la fusión de SESA y seguro social.
ESGRIMA:
Que la gobernadora ya no quiere seguir compartiendo con el clan Toltecapa.
Que el voto por Ricardo Monreal sería el voto inútil, y por eso hay quien cambio por Marcelo Ebrad.
Que algunos en Morena no piensan acatar las reglas del Consejo Nacional porque no garantizan el respeto del equipo contrario.
Que el discurso de la gobernadora para contener las ansias reeleccionistas es que “no los quiero distraer” de sus curules ni de sus ayuntamientos.