El secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, puntualizó que, de las plantas adquiridas a Iberdrola, 12 son de ciclo combinado y una es eólica. En conjunto tienen una generación de 8.5 gigas y se suman a 52.7 gigas de capacidad del Estado.
Destacó que la demanda de México es de 48.1 gigas, por lo que la compra más la capacidad actual de la CFE abastecerá la totalidad de la demanda.
“Mayor escala va a permitir, como en todas las empresas, aumentar la escala de la producción, aumenta las eficiencias internas y da sobre todo a la Comisión una mayor participación en un mercado de alto crecimiento, que es el de nornoroeste, en donde tiene sólo el 4.5 por ciento hoy; pasaría a tener una capacidad mucho mayor. El incremento en la vida promedio de las plantas a cargo del Estado en este escenario actualmente es de ocho años, las nuevas tienen 28 años y esto nos daría una mejora en la edad promedio de la planta nacional”.
La compra significó 5 mil 943 millones de dólares, el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) está a cargo de la operación y no significa recurrir a deuda. La Comisión Federal de Electricidad, acotó el titular de la SHCP genera utilidades operacionales y al mismo tiempo dividendos.
“La operación se paga en 10 años, en 10 años estamos con un ingreso que proviene del flujo de los recursos superior a la cantidad de dos mil 400 millones de dólares que invertimos de origen en el costo de la adquisición del capital de riesgo. Estamos viendo varias ventajas, no solamente es el hecho de que disponemos de una capacidad de generación del 55.5 por ciento ahora, sino de que es un flujo interno, esto se paga, entra el dinero de Hacienda, pasa por el Fonadin, y finalmente se recupera y lo recupera Fonadin”, puntualizó.