Foto: Jesús Cortés |
| Cristian Flores
Tlaxcala 15 de febrero. – Para el escritor, historiador y cronista del municipio de Chiautempan, Jesús Cortes Ilhuicatzi, una de las primeras expresiones del carnaval en Tlaxcala fue entre la conquista y el colonialismo de México.
Cristóbal Axotecatl, padre de uno de los Niños Mártires, después de la conquista de México Tenochtitlan, recibió de parte de Hernán Cortés a la Virgen Conquistadora como una muestra de agradecimiento por el apoyo de los guerreros tlaxcaltecas.
“Axotecatl se lleva a la Virgen Conquistadora como trofeo de guerra a sus aposentos. Cuando se celebra la fiesta del municipio de Yahuquemecan , que significa “en donde se visten guerreros”, Axotecatl llevaba a la virgen al centro de la población y la colocaba en un lugar especial para que presidiera los actos de las danzas y cantos”, indicó.
El Carnaval del municipio de Chiautempan representa una de las tradiciones más importantes del estado de Tlaxcala, pues su música, la alegría y los trajes coloridos, son una muestra de la riqueza cultural del municipio sarapero.
El Carnaval en Tlaxcala muestra una fusión de la cultura indígena y la española, pues esta tradición en la entidad tiene sus inicios desde la época prehispánica, cuando grupos nativos realizaban bailes en burla a los colonizadores.
En Entrevista con Jesús Cortes Ilhuicatzi, cronista del municipio de Chiautempan, nos platicó que el Carnaval se sitúa desde la época de los romanos y los griegos, donde la palabra ‘Carnaval’ proviene del italiano “carne-vale” cuyo significado es “adiós a la carne”.
“Carnaval es una fiesta de la carne, una fiesta donde se celebraba a Dionisio quien era el dios del vino; los griegos y los romanos realizaban unas fiestas donde se daba el exceso en el alcohol, mujeres y sexo. Esto sucedió en los pueblos de cualquier parte del mundo” apuntó.
Jesús Cortes señaló que el Carnaval en México a través del siglo XVII durante el colonialismo, se da la presencia de las fiestas carnestolendas, es así como lo muestra el documento más antiguo que existe en el Archivo Histórico de Tlaxcala de 1629, donde estipula como comenzó a realizarse el Carnaval en la colonia, el cual solo duraba tres días de fiesta en la entidad.
Jesús Cortés Ilhuicatzi Cronista de Chiautempan |
Durante la colonia, el Carnaval se vivió de manera diferente a la época actual. Tras la llegada de los españoles al país, traían instrumentos diferentes a los que tenían los indígenas del México antiguo para realizar sus fiestas.
En el siglo XVII y XVIII el indígena no tenía acceso a las fiestas que realizaban los españoles en las haciendas, solo observaban de lejos y escuchaba las celebraciones de los europeos, y es ahí donde el indígena interpreta aquellos sonidos a base de flautillas, tamboriles y teponaxtle. Es así como nace la interpretación propia del Carnaval en Tlaxcala.
El cronista de Chiautempan mencionó que los españoles hacendados tenían sometidos, maltratados y subyugados a los indígenas ya que eran sus esclavos, por ello, los indígenas mostraron su descontento ante las humillaciones que pasaban por medio de imitar las fiestas, música y vestimentas que utilizaban los españoles.
“Si el indígena era de tes morena, lo que hacía era hacer una máscara de algún material que le diera la apariencia de lo que eran los españoles, y es así como comenzó a desarrollarse el Carnaval en todo Tlaxcala”, agregó.
Para Jesús Cortes, el carnaval en todo el estado ha ido evolucionando, pues en la actualidad, en la música, se han implementado instrumentos como batería, trompeta, bajo, saxofón y teclado, así como también el ritmo de la música de las cuadrillas.
El carnaval en Tlaxcala forma parte de la cultura muy propia de los orígenes de los pueblos autóctonos de España.
Por lo que en este siglo XXI se ha visto un cambio radical en
lo que originalmente era el carnaval, así lo aseguró Jesús Cortes: “del carnaval
se han perdido algunas cosas, por eso decimos que en la década de los 50s y
60s, se empieza a pensar en una uniformidad de los vestuarios de cada una de
las camadas, ya se empiezan a ver colores, y grecas prehispánica para no perder
la armonía y sincronía del origen prehispánico”.